El filósofo estoico Epicteto afirmó: “Debes controlar completamente tu deseo y desplazar tu evasión hacia lo que está dentro de tu elección razonada. Ya no debes sentir ira, resentimiento, envidia ni arrepentimiento”. Según la filosofía estoica, tú controlas tu percepción. A los fans de La Guerra de las Galaxias les sorprenderá que los Jedi compartan una similitud con la vida estoica. Por ejemplo, Anakin Skywalker tenía emociones contradictorias, ya que vivía entre el dolor, la ira y el miedo. Esta angustia emocional le llevó al lado oscuro de la destrucción y a perder a sus seres queridos. Como joven Jedi apasionado, desechó la filosofía Jedi. Se convirtió en esclavo de sus emociones y perdió el control de una percepción clara y racional. Sin embargo, ¿cuántos de nosotros podemos simpatizar con Anakin Skywalker y controlar nuestra percepción?
“Entre el estímulo y la respuesta hay un espacio. En ese espacio está nuestro poder de elegir nuestra respuesta. En nuestra respuesta reside nuestro crecimiento y nuestra libertad”, son palabras de la mentalidad estoica de Viktor Frankl.
¿Tienes poder para controlar tu percepción?
La percepción afecta a la vida de muchas personas y varía según el lugar donde se viva, las experiencias pasadas y la cultura de la sociedad actual. Por ejemplo, en 2009 el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, trató de marcar la diferencia con respecto a los prejuicios raciales ampliamente extendidos por todo el país. Se dirigió al público estadounidense con varios “Momentos Enseñables”. Uno de ellos fue el asunto Gates y Crowley. La famosa celebridad, el Dr. Henry Gate Louis Jr. no sólo es el presentador de Finding Your Roots, sino un respetado profesor y crítico literario estadounidense de Harvard. Fue llevado a la cárcel durante cuatro horas por alteración del orden público. Hubo un incidente de acalorados roces raciales entre él y el policía de Massachusetts, el sargento James Crowley. Éste le acusó erróneamente de irrumpir en su propia casa, mientras que Gates acusó al agente blanco, Crowley, de racista.
El Presidente Obama quería abordar la cuestión. Así que invitó personalmente a los dos hombres a la Casa Blanca en un ambiente informal para tomar cervezas y “hablar las cosas”. Sin duda, este pionero no sólo estaba rompiendo barreras en su plataforma política, sino que quería hacer más. Estaba dedicando tiempo a demostrar que nosotros (como pueblo) tenemos que corregir nuestra lente, por así decirlo, de cómo percibimos el mundo. Preguntó a los asistentes a la “cumbre de la cerveza” si éste sería algún día un país daltónico o una sociedad sin prejuicios raciales. Su intención era cambiar la percepción de dos hombres diferentes y que coincidieran en la misma idea. Además de sus incansables esfuerzos por cambiar la percepción de estos dos hombres concretos, sino también la de toda una nación. Utilizando la filosofía estoica como base para esta entrada,
¿Está de acuerdo en que podemos controlar nuestra percepción?
Otra figura política que valoró el estoicismo fue el candidato independiente a la vicepresidencia James Stockdale, comandante en la guerra de Vietnam. Fue prisionero de guerra durante siete años y medio y sufrió confinamiento solitario. La percepción de Stockdale como comandante de más de cien pilotos cambió instantáneamente. Su avión fue abatido y él descendió en paracaídas al suelo terrenal de la batalla. Ya no tenía el control de sus tropas, pues se convirtió en el blanco de miles de hombres. Huelga decir que se liberó de su paracaídas, pero ya no tendría el control de la situación. Esto le valió una percepción de humildad que evolucionó a lo largo de su tiempo. Reconoció que las emociones pueden encerrarnos en una prisión.
Como ya se ha dicho, las emociones se atribuyen a las acciones de una persona y sólo el individuo puede tomar el control de su propia perspectiva o percepción de la vida. Stockdale creía que debemos hacernos cargo de lo que podemos y no podemos controlar. En esencia, su percepción cambió su vida. Nunca dudó de que volvería a ser libre. Al contrario, sabía que volvería a ser capaz de imponerse. En pocas palabras, vivía según la filosofía de Séneca: “Un hombre es tan infeliz como se ha convencido a sí mismo de que lo es”. Huelga decir que estos ejemplos primordiales sirven de modelo de que podemos tener el control de nuestra percepción, pero empieza por nosotros para hacer el cambio.